La crecida del Bermejo arrasó con las dársenas que Bolivia había construido sobre el cauce, generando pérdidas económicas, varados en la frontera.
La inesperada crecida del río Bermejo dejó en ruinas el puerto de chalanas que une Bermejo con Aguas Blancas, donde miles de personas cruzan diariamente hacia Bolivia y Argentina. Mientras tanto, el Gobierno argentino prepara una queja formal por las obras realizadas sin autorización en el límite binacional.
El puerto de chalanas de la frontera permanecerá cerrado tras los graves daños provocados por la crecida del río Bermejo, que arrasó con las dársenas y embarcaderos construidos del lado boliviano. La situación, que ya venía siendo motivo de controversia por la ejecución de obras en territorio limítrofe, derivó ahora en un reclamo formal de la Cancillería argentina. Miles de argentinos están varados desde el sábado.
El escenario en la jornada del sábado pasado fue desolador: playas vacías, estructuras destruidas y cientos de trabajadores sin poder desarrollar sus actividades. La crecida del Bermejo, ocurrida en cuestión de horas, se llevó todo a su paso, afectando las precarias plataformas de metal y madera que se utilizaban para el abordaje de pasajeros y el traslado de mercancías entre ambas orillas.
El interventor de la Municipalidad de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores realizará un reclamo diplomático a Bolivia por las obras ejecutadas sin autorización sobre el cauce compartido.
